La primera sesión con el psicólogo

   En la primera sesión escuchamos al paciente para determinar cuál es el motivo que le lleva a consultar. A veces está clara cuál es la petición de ayuda, pero a menudo es necesario ayudar a clarificar los objetivos que se persiguen realmente.

   Éste es el trabajo del psicólogo en la primera consulta: facilitar que puedas sentir la confianza para expresarte libremente, de cara a encontrar soluciones a los problemas que planteas. En ocasiones, el paciente no sabe qué tiene que decir o qué se espera de él. En realidad, lo único que esperamos del paciente es que esté dispuesto a dejarse ayudar. Nuestro trabajo consiste en darte las herramientas y la ayuda necesaria para que llegues a encontrarte bien.

   Tras esclarecer la demanda del paciente, se determina si puede estar sufriendo algún trastorno que requiera tratamiento psicológico, si es necesario realizar una exploración en mayor profundidad o si es preciso derivar al paciente a otro tipo de profesional, dada la problemática que presenta (p.e., neurólogo, psiquiatra, abogado, etc.). Algunas veces, con una consulta es suficiente para normalizar la problemática que presenta el paciente y no es necesario iniciar tratamiento psicológico.

   Cuando la persona sufre un problema psicológico que requiere un tratamiento, entonces se valoran las distintas opciones y se elije un tratamiento adaptado a la problemática y las circunstancias particulares del paciente.

Preguntas frecuentes

 

"Debería ser capaz de salir adelante por mi mismo, ¿ir a terapia significa que soy débil?”

   Más bien al contrario. Acudir a terapia significa que se reconoce la necesidad de pedir ayuda y esto es un gesto valiente, pues no todo el mundo está dispuesto a reconocerlo. Muchas personas tardan en acudir al psicólogo porque sentían que tenían miedo de reconocer sus problemas ante otra persona. Además del sufrimiento que esto produce, la demora en pedir ayuda suele hacer que los problemas psicológicos se hagan más graves y el riesgo de cronicidad aumenta.

 

“¿Es normal que pueda necesitar hablar con un psicólogo?”

   Ser escuchados es una necesidad básica de todo ser humano. Por eso es tan importante para la mayoría de nosotros ir desarrollando relaciones personales y de confianza con otros seres desde los primeros días de nuestra vida. Así, la relación con la madre y el padre es fundamental en los primeros años de la vida del bebé y posteriormente va dando paso a otras relaciones significativas que resultan determinantes de un desarrollo psicológico sano, como son los amigos en la adolescencia y la pareja en la edad adulta.

   Sin embargo, en determinadas circunstancias de la vida se hace necesario el consejo de profesionales ajenos a la vida cotidiana de la persona que sufre. Así, es habitual que las personas consulten con profesionales de confianza, aunque a veces no sean psicólogos (p.e., médico de familia, profesores, sacerdotes, etc.).

   La ventaja de solicitar consejo a un psicólogo profesional, con una formación amplia y rigurosa, se hace evidente cuando la persona se enfrenta a decisiones que no resultan fáciles de tomar y cuando la persona sufre por cosas que ni él mismo ni otras personas parecen entender.

 

“Normalmente, ¿Cuánto duran las sesiones y cuánto dura la terapia?”

    La duración de la terapia depende de lo complejo que sea el caso y de la disposición del paciente a dedicar energías a mejorar. Una terapia individual para problemas de ansiedad, por ejemplo, dura entre 6 y 12 sesiones; para depresiones, la duración puede ser algo mayor, acercándose a las 15 sesiones.a 20 Pero repetimos, la duración depende mucho de cada paciente y de la problemática por la que consulta. La duración de cada sesión es de unos 55 minutos, aproximadamente.

 

“¿Es necesario que me acompañe alguien?”

    Que le acompañe alguien o no depende de que eso le ayude a ud. Si cree necesario que otros hablen de lo que le sucede desde una perspectiva diferente, puede ser útil que le acompañen. En cualquier caso, si el profesional que le va a atender entiende que puede ser útil hablar con alguien de su entorno, se lo comentará y ud. decidirá si le pide que le acompañe en la próxima sesión.

 

“¿Está garantizado el secreto de lo que diga en la consulta?”

    Por supuesto. La ley nos obliga a guardar secreto de todo lo que nos cuentan los pacientes. Además, en nuestra clínica esto es una obligación moral que sentimos por nuestras propias convicciones personales.

 

“No sé si lo mío es de psicólogo o de psiquiatra”

   Si no tiene claro si en este momento de su vida necesita medicación que pueda ayudarle a sentirse mejor, a bajar su ansiedad o a facilitarle el sueño, por ejemplo, no debe preocuparle. En la entrevista inicial le aclararemos la necesidad o no de tomar fármacos. A veces es necesario tomar medicación, pero en otros casos la medicación puede empeorar su situación. Si consideramos útil que tome fármacos le podemos dar referencias de psiquiatras de nuestra confianza.

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